Una canción que se instala en tu subconciente, pero su presencia allí no es molesta. Al contrario, viene a recordar la dolorosa vulnerabilidad de los sentimientos humanos
“You” es una canción que tiene la capacidad de atraparte desde los primeros segundos. A diferencia de muchos temas que tienen un preludio soso, pasado el cual es cuando llega un rompimiento capaz de conectar (a veces) con los receptores sensoriales del consumidor, desde que das reproducir a “You”, tus sentidos harán match con esta poderosísima canción. Los instrumentos, liderados por una guitarra potente y sentimental, atacan desde el segundo cero una melodía fabricada con francas intenciones de conquista…y lo logra.
De igual manera, la interpretación vocal no se hace esperar, de modo que desde el principio mismo comienza a comunicar, a compartir la triste historia de amor frustrado que es la razón de ser a este tema.
Hay canciones que demoran demasiado en conectar con el público, y por tal motivo se tornan aburridas, aún antes de llegar a ser escuchadas. No es el caso de “You”, en modo alguno. Contrariamente, la canción es pegadiza desde que comienza, de manera que, a los pocos segundos de reproducción, ya te vas a encontrar tarareando su melodía, sin conocerla, por puro instinto. Y es que también tiene esa otra virtud: es un tema sumamente intuitivo, predecible. En canciones que no cuenten con el resto de los atributos que tiene “You”, ser predecible pudiera ser causa de señalamiento negativo, pero aquí verás cómo tu intuición reacciona a “You” de forma muy natural, y no te quedarán deseos de criticar su facilidad para intuir lo que sigue. Al contrario, lo disfrutarás.
Su melodía es suave, cíclica, envolvente como una corriente que fluye en espiral desde el fondo del mar, dispuesta a engullir todo lo que se encuentre en su radio de acción. La música por sí sola despierta en el oyente una sensación de nostalgia solidaria. Te dará la impresión de estar contemplando al intérprete en el momento sublime de externar su más profundo dolor. Sin darte cuenta, te descubres teniendo deseos de consolarle, de pasarle un brazo por encima y susurrar “todo va a estar bien”. Porque, sí, estamos en presencia de un tema que desnuda el dolor humano con bastante crudeza.
Afortunadamente, o más bien no por azar sino por genialidad del compositor, el halo de tristeza no llega a establecerse de firme, porque la llegada del estribillo interrumpe la espiral de congoja contagiosa. El estribillo salvador es portador de tanta energía, que sacude vigorosamente el ánimo del casi lloroso oyente, como cuando uno está a punto de sucumbir a la depresión y quebrarse, pero de pronto hace acopio de valor y se pone de pie para seguir luchando. El estribillo viene a ser un chubasco de agua fresca en medio de un incendio voraz, es como aplicar los frenos en medio de una carrera vertiginosa hacia un precipicio.
Después de llegar a su momento clímax, el tema se desenvuelve suavemente hacia su final, convertido ya el bravo río en arroyuelo manso de aguas cantarinas. El final provee alivio, con la misma efectividad con que el inicio produce expectación y desasosiego. Ambos extremos, a pesar de sus efectos tan distantes, gozan, eso sí, de igual matiz estético: La canción es hermosa en toda su extensión, aunque cada parte de su arco evolutivo es bella a su propia manera.
La historia, contada dentro de ese marco emocional, consigue hacerse no solo con tu atención, sino con tus más sinceras vibras empáticas.
Pero claro que todo eso no lo consigue la música sola, aunque, como te dije antes, ella en sí misma es poderosamente cautivadora. La letra, entonada por esa voz de ReeToxA, gutural, profunda, razgada, que parece salida directamente de sus entrañas, viene a completar este genial entramado sensorial que es “You”. Es el complemento perfecto para lograr el efecto de empatía ante el dolor de un desconocido. Y es que la canción es un verdadero monumento al dolor desgarrador del sufrimiento por amor. Narra la historia de un rompimiento brutal, una separación no consensuada en la que una de las partes quedó devastada. La pérdida es tan grande y cruel, cual amputación practicada con un instrumento sin filo, donde la víctima no solo sufre la agonía de la herida sino que debe lidiar con el fantasma del miembro que ya no está pero sigue imponiendo la sombra de su presencia.
“You”, desde el punto de vista genérico, pertenece al rock alternativo moderno, con una sonoridad que evoca al grunge. La calidad en la ejecución instrumental es altísima, resaltando la limpieza y la naturalidad.
El conjunto, para resumir, es hermoso, magnético, y es de esas canciones que escuchas, termina, y sigue repitiéndose en tu cerebro como un reel, estableciéndose en tu subconsciente sin tu permiso, pero cuya presencia persistente no deja de ser placentera.
Te invito pues, a escuchar “You”, con la convicción de que formará parte, inevitablemente, no solo de la play list de tu Spotify (o la plataforma que prefieras), sino de la play list que tarareas en la ducha, y a la que echas mano cuando las circunstancias de la vida te arrastran hacia las sombras de la nostalgia.
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